Here: El tiempo, el espacio y la vida según Zemeckis

Robert Zemeckis, Bob para los amigos, el maestro detrás de joyas cinematográficas como Regreso al futuro, Forrest Gump, Quién engañó a Roger Rabbit y Náufrago, nos entrega con Here (Aquí) una obra tan arriesgada como hermosa. Adaptando la novela gráfica homónima de Richard McGuire, Zemeckis fusiona su experiencia con la tecnología, su sensibilidad narrativa y su pasión por la experimentación, ofreciendo una película que es, a la vez, una pieza de cine indie, una obra plástica y un homenaje a la vida en todas sus formas.

El concepto central de Here es tan sencillo como fascinante: un único plano fijo que abarca siglos de historias en un mismo lugar. La película nos sitúa en el salón de una casa, pero lo que parece un espacio cotidiano se convierte en el epicentro de cientos de vidas y momentos entrelazados. Desde tiempos primigenios (dinosaurios incluidos) hasta nuestro presente, la película transita por historias de amor, tragedia, comedia y evolución, con una narrativa que salta en el tiempo sin perder la cohesión.

Zemeckis utiliza técnicas propias del cómic, como superposiciones visuales y “viñetas vivientes”, para contar estas historias. Desde los primeros nativos americanos hasta una familia afroamericana contemporánea, pasando por un inventor excéntrico y su pareja, o las tribulaciones de un aviador y su esposa que teme volar, el film explora el paso del tiempo como una constante universal que conecta a la humanidad.

Pero en el corazón de la película está la familia de Albert y Rosie (interpretados magistralmente por Paul Bettany y Kelly Reilly) y sus descendientes, particularmente su hijo Richard (Tom Hanks) y el amor de su vida, Margaret (Robin Wright). La química entre Hanks y Wright, que ya marcó un antes y un después en Forrest Gump, vuelve a brillar aquí con una emotividad que en general resulta un cálido abrazo cinematográfico. El rejuvenecimiento digital de ambos actores es sorprendente, transportándonos a sus años de juventud con una naturalidad impresionante, casi como si los volviéramos a ver en Big o La princesa prometida.

El guion, coescrito por el veterano compañero de aventuras de Zemeckis, Eric Roth, convierte este experimento visual en una experiencia profundamente humana. Aunque la estructura de plano fijo empleada podría parecer una limitación, el director la utiliza como una herramienta para crear una narrativa rica y emocional. La combinación de teatro, noveno arte y cine, da como resultado algo único: una obra que rompe las reglas tradicionales del lenguaje cinematográfico y logra, al mismo tiempo, convertirse en un canto a la vida en toda su expresión.

La banda sonora de Alan Silvestri es otro plus de la cinta que no solo acompaña, sino que toca la patata en muchos momentos con un late motif de los que se quedan grabados. Cada acorde parece diseñado para resonar en el alma, desde los momentos más íntimos hasta los más épicos.

Here es una muestra más de la capacidad de Zemeckis para fusionar narrativa clásica con experimentación tecnológica. Como lo hizo con Forrest Gump y Polar Express, el director demuestra que no tiene miedo a arriesgarse, y aquí lo hace con un nivel de madurez y maestría que pocos cineastas alcanzan.

No solo adapta una obra compleja, sino que la amplifica, ofreciéndonos un canto a la historia norteamericana , a las conexiones humanas y al tiempo mismo. Es poesía visual, una meditación sobre la existencia y, sobre todo, una oda a la VIDA, con mayúsculas.

Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones

Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.